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¿La oposición se debilita? Apenas unos 2000 manifestantes acudieron al llamado de Guaidó

© estefany lujan
Apenas unos 2000 manifestantes acudieron al llamado de Juan Guaidó durante la última manifestación. Foto: Composición / AFP
En medio del recrudecimiento de la crisis en Venezuela, el líder opositor Juan Guaidó llamó este sábado a sus seguidores a no caer en la inacción ante el miedo, en una jornada de tímidas protestas en Caracas para repudiar una ofensiva del chavismo tras el fallido alzamiento militar contra el presidente Nicolás Maduro.
En la plaza Alfredo Sadel, en el este de la capital de Venezuela, una zona de mayoría opositora, Juan Guaidó
habló ante unas 2.000 personas, floja asistencia frente a las
multitudinarias marchas que lideró en semanas pasadas en su pugna por el
poder con Nicolás Maduro.
«Llegamos al momento
histórico: o somos presas del miedo, de la desesperanza, de la inacción
(…) o nos mantenemos unidos en las calles, con esperanza, con fuerza»,
exclamó el jefe parlamentario, reconocido como presidente interino por
medio centenar de países.
Once días después de la fracasada sublevación del 30 de abril liderada por Juan Guaidó, que desató una ofensiva oficialista que se saldó con un diputado preso y varios refugiados o huidos, puñados de personas se congregaron en otras ciudades del país, mostraron imágenes de la prensa.
«Hoy le pido a Venezuela que no descansemos un solo día hasta lograr el cambio en Venezuela. Nosotros no lo vamos a hacer, a pesar de la persecución, del hostigamiento», aseveró Juan Guaidó, bajo riesgo de ser detenido tras perder su fuero parlamentario en abril.
«Todos tenemos miedo por la represión, pero no podemos quedarnos en la casa», dijo a la AFP Melquíades Rosales, un comerciante de 42 años que portaba una bandera venezolana de «luto», con el negro reemplazando el amarillo, azul y rojo.
El analista Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos,
advirtió que si la «población se desmobiliza, estará entregando la
única herramienta que tiene a su disposición y la única que depende de
ella misma».

¿Resistir hasta cuándo?
Desde que se proclamó presidente encargado el 23 de enero después de que el Parlamento declarara ilegítima la reelección de Nicolás Maduro, Juan Guaidó
ha liderado manifestaciones y llamado a los militares a dar la espalda
al líder socialista para propiciar una transición y «elecciones libres».

«¿Hasta cuando podemos resistir como sociedad?», preguntó este sábado Juan Guaidó, refiriéndose a la persistente crisis económica y social de Venezuela, la peor de su historia reciente.
Pero el heredero político del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), que dice enfrentar un «golpe de Estado» continuado de la oposición azuzada por Estados Unidos,
sigue contando con el respaldo castrense y de Rusia y China; apoyo que
le permitió sobrevivir al alzamiento, prólogo de disturbios que dejaron
seis muertos. 

Por esos hechos, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, imputó a diez diputados, entre ellos Edgar Zambrano, por traición a la patria y conspiración.
Zambrano, vicepresidente del Parlamento, fue detenido el miércoles en una operación digna de una película que incluyó el remolque con grúa del vehículo en el que estaba. Luego fue ingresado en una cárcel militar en Caracas.
Tres de sus colegas se refugiaron en las residencias de los embajadores de Argentina e Italia y otro huyó a Colombia. Los restantes mantienen perfil bajo.
Una
veintena de miembros del Parlamento, única institución en manos
opositoras pero anulada en la práctica por la justicia, han sido objeto
de medidas judiciales.
La presión de Estados Unidos
La fracasada rebelión fue coordinada por el exjefe de inteligencia Cristopher Figuera, denunció el viernes Nicolás Maduro, tachando al desertor de «topo» de la CIA.
Figuera, al que Estados Unidos
recompensó por su rebelión con el levantamiento de sanciones en su
contra, y otros 55 oficiales fueron expulsados de la Fuerza Armada por
un decreto presidencial. 

«Yo le digo a las autoridades militares de los Estados Unidos
(…): no estamos pidiendo, estamos exigiendo que se respete la ley»,
expresó este sábado en una alocución televisada el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

El jefe castrense reaccionó luego de que Venezuela denunciara que un buque de la Guardia Costera estadounidense ingresó a aguas bajo su jurisdicción en días pasados.
En su discurso, Juan Guaidó
anunció que pidió a su representante en Estados Unidos «restablecer
relaciones» con el Comando Sur estadounidense, cuyo jefe, el almirante Craig Faller, se puso a la orden para discutir un «apoyo» a jefes militares que desconozcan a Nicolás Maduro.

Washington, principal valedor de Juan Guaidó, impuso sanciones para presionar al líder socialista y dice no descartar una opción militar.
Pero
una intervención extranjera podrá concretarse solo «cuando los aliados
estén dispuestos a dar ese tipo de ayuda, y que esa sea la última opción
o la única que reste a los venezolanos», dijo Juan Guaidó a la televisión pública portuguesa RTP.
Venezuela reabrió el viernes sus fronteras con Brasil y Aruba, cerradas desde febrero para impedir una operación ideada por Juan Guaidó para ingresar ayuda humanitaria desde países vecinos. Mantiene cerradas sus fronteras con Colombia y las islas de Curazao y Bonaire.

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