Fernando BuitragoOpinión

Manuel y los malabarismos del gobernar

Puede ser, también al presidente Luis Abinader.


Por: Fernando Buitrago

La necesaria renovación del staff de la Alcaldía presidida por Manuel Jimenez parece cada día más necesaria.

Direcciones que no funcionan, rumores de demasiada «componenda» que le pican cerca, funcionarios que podrían estar al servicio de intereses ajenos a los del alcalde en detrimento del buen funcionamiento del sistema, son cada día no solo palpables sino demasiado evidentes.

Manuel ha batallado dos años muy duros en los que seguro se han obtenido avances significativos, pero el avance de las arrabalizaciones de la Bomba de los Mina y el regreso de algunos lavadores en los Alrededores del Faro a Colon, siendo dos íconos de esta alcaldía, además de sucesos internos dignos de no contar, hacen que aun habiendo rescatado la ciudad y tener significativos avances en lo macro, se anuncie que algo hiede a lo interno, y hiede mucho.

En cada cosa que funciona mal en la ciudad están metidos los políticos, incluso, algunos del partido de gobierno.

La «salvación» de Manuel Jiménez está en su obra de rescate de una ciudad secuestrada y arrabalizada, pero hacerlo sin que algún caso significativo de lo mal hecho le salpique… y está rodeado, desde colaboradores que juegan a «tener algo más que sueldos» buscando negociar con lo que sea, hasta con influencias, llegando a quien, porque le conviene en política adopte medidas que permitan arrabalizar la ciudad para buscar votos en eventuales contiendas electorales y aspiraciones que están por llegar.

Manuel, al contrario de otros alcaldes que llegaron al poder para enriquesece y permitir que los suyos manejaran honorosos negocios, no tiene amor al dinero ni al lujo, pero el mundo no funciona en ese ideal y el cantaautor – político está rodeado precisamente de quienes piensan diferentes a él, salvo excepciones.

Los gobiernos tienen que renovarse periódicamente y los primeros que deberían estar dispuestos son precisamente los cargos designados por el propio Alcalde.

Según nuestros cálculos más de la mitad de directores debería estar siendo removidos porque no son dignos de su cargo, no han estado a la altura ni en objetivos ni en resultados.

La Alcaldía debe pasar a una nueva etapa.Lo que se ha visto hasta ahora debe ser solo un ensayo.

Los enemigos del Alcalde harán lo que sea para sacarlo, infiltrados en el edificio con cargos importantes y sus estructuras que luchan constantemente entre sus sueldos y sus intereses políticos.

Hoy, seguro, hay muy pocos confiables, como no los hubo con el Cañero, ni con Domingo ni con Juancito, pero que salvo las coyunturas, es dificil que alguno gobernara con dirigentes de su propio partido complotados para derrotarle, funcionarios listos para robar rebuscando en los procesos a ver si colocan gente afnes con ellos y no con el aclalde o violentar procesos que les repoten ganancias, hasta buscar perjudicar la propia administración por intereses políticos prometidos por otros; son escenarios diferentes porque todos los ex-alcaldes gobernaron si, con mano de hierro, pero sin tantos espias.

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