LA SIERRA.- Pablo Ulloa el Defensor del Pueblo, visitó La Sierra para escuchar a los serranos sobre la controversial hidroeléctrica de Las Placetas, un proyecto que ha generado amplio rechazo en los municipios y comunidades de la Cordillera Central.
El Defensor del Pueblo primero escuchó a un grupo de personas en Jánico y luego se dirigió a las comunidades de Los limones y Mata Grande, en la parte alta donde el gobierno tiene previsto hacer la presa.
Los serranos le manifestaron su preocupación por el daño ecológico en la zona y las muertes inminentes de los ríos Jagua y Bao, si es que la llegan a hacer, lo que ocasionaría la desaparición de unos quince balnearios y arruinaría a muchos proyectos ecoturísticos en el área.
“El defensor del pueblo como órgano constitucional tiene su principio básico que es la neutralidad, al entender la necesidad que ustedes tenían de que viniese para poder entender la situación que está pasando relacionada con la presa, por eso quise venir con el equipo técnico para hacer todo el levantamiento de información y de igual manera haré lo propio con el órgano del Estado que está promoviendo esta iniciativa de la presa”. Indicó Pablo Ulloa.
Los comunitarios de La Sierra también le expresaron al defensor del pueblo la aplastante ofensiva mediática que ejecuta la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID), en grandes medios del país, y los ofrecimientos de obras como canchas, funerarias y reparación de calles entre otras que le hacen a las comunidades con fines de manipulación y engaño para obtener una opinión favorable a la presa de Las Placetas.
“El hecho de visitar la provincia y específicamente el municipio, y hacer este recorrido termina siendo parte de lo que debe hacer el “Defensor del Pueblo” que es vincularse justamente a los ciudadanos para en base a la realidad legal y/o jurídica poder articular las acciones que correspondan justamente para garantizar que todos vivamos en un estado de derecho”. Subrayó Ulloa.
La presa de Las Placetas aun está en fase de estudio, la proyectan como la hidroeléctrica más grande del caribe, su costo inicial era de 285 millones de dólares, ahora ronda los 900 millones de dólares lo que ha generado cuestionamientos y sospecha de corrupción.