El cannabis es la droga más consumida en el mundo, según la ONU

El número de usuarios ha aumentado un 23 %, debido al crecimiento de la población mundial


AP.- El cannabis es la droga más consumida en el mundo, según el Informe Mundial de las Drogas 2022, presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga (UNODC).

De acuerdo con la investigación, en el 2020 más del 4 % de la población mundial de 15 a 64 años (209 millones de personas) había usado cannabis en el último año.

Mientras que el número de usuarios ha aumentado un 23 %, en parte, debido al crecimiento de la población mundial.

En comparación con los adultos, la prevalencia del último año según los estudios, el consumo de cannabis es mayor entre los adolescentes (5,8 % entre los de 15 y 16 años).

“El consumo frecuente de cannabis también se asocia con una mayor probabilidad de trastornos depresivos mayores, como, así como pensamientos y conductas suicidas”, explica el trabajo de investigación.

La prevalencia del consumo de cannabis varía mucho según la región y es más alto en América del Norte, Australia y Nueva Zelanda y África Occidental.

“A nivel mundial, aproximadamente dos tercios de los consumidores de cannabis del año pasado son hombres, pero la proporción varía sustancialmente por región”, establece la indagación.

El estudio señala que, en muchos países de ingresos altos, la brecha de género entre las personas que consumen drogas parece estar reduciéndose, una tendencia que se refleja en la prevalencia de diferentes drogas, incluido el cannabis, y trastornos por uso de sustancias.

“La diferencia de género en el consumo de cannabis, por ejemplo, puede atribuirse más a las oportunidades de consumir drogas en entornos diferentes a los a las diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres en el uso de sustancias y el desarrollo de trastornos por uso de sustancias”, detalla la averiguación.

Impacto de la legalización del cannabis

Desde enero del 2022, se han aprobado disposiciones legales que permiten la producción y venta de cannabis con fines no médicos en Canadá, Uruguay y 21 jurisdicciones de Estados Unidos (18 estados, 2 territorios y el Distrito de Columbia).

“Canadá y la mayoría de dichas jurisdicciones estadounidenses permiten la producción y venta por parte de entidades comerciales, mientras que el mercado minorista sigue estando parcialmente regulado y controlado por el Estado uruguayo”, manifiesta el análisis de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga.

En ese tenor, el documento indica que estos países han tomado la decisión de legalizar la producción y venta de cannabis para cumplir una serie de objetivos deseables, como establecer un mercado regulado que garantice la calidad de los productos y evite el uso de sustancias peligrosas en la fase de producción; impedir que los grupos delictivos obtengan beneficios del comercio ilegal; cambiar las respuestas de la justicia penal que han dado lugar a la detención de decenas de miles de personas.

Como señala el informe: cualquier intento de evaluar el impacto de la legalización del cannabis tendría que incluir también un análisis exhaustivo de si se han alcanzado o no estos objetivos, lo que necesariamente llevará varios años.

Además, la legalización puede tener un impacto favorable en algunos ámbitos y desfavorable en otros.

Dada la polarización de la opinión sobre esta cuestión, los defensores de los distintos partidos suelen ser selectivos en la elección de los indicadores para centrarse sólo en los resultados que apoyan sus conclusiones predeterminadas.

Los primeros indicios sugieren, sin embargo, que la legalización del cannabis ha tenido un impacto significativo en la salud y la seguridad públicas, la dinámica del mercado, los intereses comerciales y las respuestas de la justicia penal:

La legalización del cannabis parece haber acelerado el aumento del consumo diario declarado de la droga, con un pronunciado incremento del uso frecuente de productos con alto contenido de THC. Por el contrario, la prevalencia del consumo de cannabis entre los adolescentes no ha cambiado significativamente.

La proporción de personas que sufren trastornos psiquiátricos y suicidios asociados al consumo regular de cannabis ha aumentado, así como el número de ingresos hospitalarios por trastornos relacionados con el uso de cannabis.

Los productos de cannabis se han diversificado y los niveles medios de THC en los distintos productos han seguido aumentando, llegando al 60 % en algunos mercados.

La creciente influencia e inversión de las grandes empresas, en particular las del sector del alcohol y el tabaco, es evidente en la industria del cannabis legal.

Los ingresos fiscales del mercado legal han seguido aumentando. Aunque el mercado ilegal de cannabis se está reduciendo en algunos países, sigue existiendo junto a los mercados legales.

La legalización ha llevado a una reducción significativa del número y el índice de detenciones de personas por delitos relacionados con el cannabis, aparte de las detenciones de menores para los que la posesión sigue siendo un delito.

Para hacer frente a este impacto, el informe sugiere que se sigan vigilando las repercusiones de la legalización del cannabis en estos ámbitos y que se invierta en la investigación de los efectos del cannabis sobre la salud, especialmente en caso de alto contenido en THC, en los jóvenes, las mujeres y las embarazadas.

Según el informe, las percepciones erróneas sobre los riesgos del consumo de cannabis también deben abordarse mediante mensajes de prevención basados en pruebas, especialmente dirigidos a los jóvenes.

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