SANTO DOMINGO.- El Gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Comando Sur de los Estados Unidos, ha donado a la República Dominicana 50 ventiladores de última generación y 2 hospitales móviles para ayudar en su lucha contra el COVID-19.
Y prepararse para operaciones de emergencia en casos de desastre. El valor total de las donaciones es de 1,85 millones de dólares y demuestra cómo los Estados Unidos y la República Dominicana están trabajando juntos para combatir la pandemia.
“Como país líder a nivel global en brindar asistencia en salud y humanitaria, los Estados Unidos hace esta donación a la República Dominicana como una clara demostración de nuestro compromiso de apoyar al país en la lucha contra el COVID-19 y muestra nuestra firme alianza ya que los Estados Unidos sigue siendo el aliado número uno de la República Dominicana”, dijo la embajadora de los Estados Unidos Robin S. Bernstein.
“Con estos ventiladores, más hospitales dominicanos podrán proporcionar cuidados que potencialmente salvarán vidas de pacientes infectados que hayan desarrollado complicaciones respiratorias, mientras que los hospitales móviles aumentan la capacidad del Gobierno dominicano para desplegar rápidamente personal y equipos médicos para atender a quienes necesiten asistencia durante las operaciones de ayuda en caso de desastres o crisis sanitarias”
La Vicepresidenta y Coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña, recibió las donaciones en nombre del Gobierno dominicano y declaró, “Constituye un honor recibir esta muestra de solidaridad, la cual será de gran ayuda para dar cumplimiento a las metas establecidas por nuestro presidente Luis Abinader y con las que desde el Gabinete de Salud, buscamos garantizar el bienestar de los dominicanos.
Con esta donación trabajaremos para ampliar y reforzar nuestra capacidad de respuesta ante la crisis a lo largo de nuestro territorio y así seguir brindando atención oportuna, inclusiva y de calidad a cada dominicano y dominicana que hoy sufre los graves efectos del COVID-19”.
Los 50 ventiladores que la USAID, en coordinación con el Viceministerio de Cooperación Internacional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), ha suministrado al Servicio Nacional de Salud (SNS) para distribución en su red de hospitales, se fabricaron en los Estados Unidos con tecnología de punta y de gran demanda.
Son compactos, desplegables y proporcionan a la República Dominicana la flexibilidad necesaria para tratar a los pacientes afectados por el virus. Este recurso vital puede ser de gran ayuda para aquellos que desarrollan complicaciones respiratorias debido al COVID-19. Los respiradores están siendo distribuidos por el SNS a trece hospitales de la red hospitalaria, para ayudar a proporcionar atención de calidad a pacientes en estado crítico en diez provincias de la República Dominicana.
Los 2 hospitales móviles, donados al Centro de Operaciones de Emergencias (COE), tienen 4 ventiladores y capacidad para 40 camas cada uno. Forman parte del Programa de Asistencia Humanitaria del Comando Sur de los Estados Unidos (HAP, por sus siglas en inglés), y su donación tiene un valor total de 950.000 dólares.
El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE); Mayor General Abogado (R) Dr. Juan Manuel Méndez García resaltó el apoyo recibido de la Embajada de los Estados Unidos y el Comando Sur al organismo. Sobre lo cual dijo fortalece la organización de la respuesta sobre un tema que es de interés y de significativa importancia para el presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader Corona y su actual período de gobierno.
Esta donación se suma a los casi 3,7 millones de dólares que el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la USAID han destinado a la República Dominicana en respuesta a la pandemia, lo que está ayudando a fortalecer la atención clínica, difundir mensajes de salud, crear capacidad de laboratorio, mejorar el seguimiento de la enfermedad y mucho más. Durante décadas, los Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de asistencia bilateral en materia de salud del mundo. Desde 2009, los contribuyentes estadounidenses han financiado generosamente más de 100.000 millones de dólares en asistencia sanitaria y casi 70.000 millones de dólares en asistencia humanitaria.