Todas las personas nos encontramos con dificultades a los largo de la vida. Las dificultades son propias de los seres humanos y todos tenemos que aprender cómo afrontar mejor las circunstancias difíciles, hacer lo posible por recuperarnos de los sucesos dolorosos y crecer emocionalmente. El deseo de vivir en paz se convierte en una necesidad individual y colectiva, además de un derecho fundamental de que nuestra vida se desarrolle bajo la cultura de paz.
Sin embargo, un mundo en paz no está exento de conflictos. El conflicto es una realidad de la vida humana y allí donde estén dos o más personas en interacción pueden producirse discrepancias que den lugar al conflicto, implicando un coste real y potencial de no estar de acuerdo con la otra parte y un coste de llegar a un acuerdo con ella, siendo necesario hacer que el coste de llegar a un arreglo sea más bajo que el coste de no llegar a él.
¿Por qué los seres humanos utilizan la violencia para dar solución al conflicto? Galtung ofrece varias explicaciones:
- La primera es que la violencia es la respuesta dada con el fin de inutilizar al otro, para imponer los propios argumentos, pensando que es la única manera de solucionar el conflicto.
- Otra manera de explicar la respuesta violenta es ante la frustración que sentimos cuando nos impiden conseguir lo que deseamos.
- También se explica como una manera de ganar prestigio al derrotar al adversario, o por el deseo de revancha como respuesta al sufrimiento que el otro ha generado.
Aunque el conflicto forme parte de la vida humana en relación, no debemos confundir conflicto con violencia puesto que hay conflictos que pueden resolverse sin el uso de la violencia, aunque no es posible que haya violencia sin conflicto.
Por eso, no son los conflictos los que boicotean la existencia de una Cultura de Paz, sino el uso de la violencia a la hora de resolverlos
En realidad, los conflictos pueden generar violencia si estos no son tenidos en cuenta o se tratan de manera inadecuada, haciendo que la escalada del conflicto ascienda y con ella la inseguridad. Y es precisamente esa escalada de inseguridad lo que hay que evitar, proporcionando una seguridad compartida, algo difícil de conseguir, cuando se está en conflicto, ya que falta la confianza.
Es necesario evitar la violencia como manera de resolver las diferencias entre las partes envueltas en el conflicto y crear medidas preventivas que atajen los conflictos antes de que den lugar a la violencia, ya que las consecuencias que dejan los enfrentamientos hacen más difícil su tratamiento.
Se precisa promover una ‘cultura de paz’ entre la población, infundiendo valores, actitudes y comportamientos que rechacen la violencia, garanticen el respeto a las personas y siembren una manera de resolver los conflictos basados en la colaboración, en lugar del enfrentamiento. Una fórmula que haga que las personas se sientan seguras y recobrar la confianza perdida.
La mediación es una manera de gestionar los conflictos que no supone vencer al otro, se aleja de la dicotomía de vencedor/ganador, de quién tiene razón/está equivocado y permite a las personas ventilar sus diferencias con un menor coste para ellas y para la sociedad, mejorando las relaciones personales. La mediación, que responsabiliza a las personas de sus acciones y del efecto que en ellas y en los demás producen, tiene efectos muy beneficiosos:
- Proporciona un aumento de la calidad de vida de las personas, ya que promueve un cambio mental que facilita una interpretación diferente y que orienta a las partes a salir del conflicto, estableciendo dudas respecto a la intención perversa del otro, cambiando la idea errónea de que los intereses de uno son siempre incompatibles con los del otro y que los demás son los que nos atacan y debemos responder en los mismos términos.
- Se estimula el pensamiento positivo, que hace que los deseos de venganza hacia el otro desciendan, se tome distancia y se perciba la situación de manera más equilibrada, pudiendo ver la versión del otro, aunque no se comparta.
- Se facilita el reconocimiento de la propia participación en el conflicto, la duda sobre la certeza de la versión propia y la existencia de más de una manera de interpretar lo que ocurre, proporcionando el descenso del temor y la desconfianza, tan común en el proceso interactivo conflictivo, modificando la continua necesidad de protegerse y evitando el ataque como respuesta defensiva.
- Genera confianza y es una herramienta útil para la resolución de conflictos a utilizar en multitud de campos: familiar, penal, comunitario, vecinal, escolar, sanitario. Un recurso útil para la ciudadanía que ayuda a mejorar la convivencia. Un recurso que promueve la Cultura de Paz.
Para poner en práctica la mediación existen profesionales, objetivos y parciales, que pueden ayudar a la sociedad y a las empresas a resolver los conflictos de una forma pacífica.